Entre las plantas medicinales de la flora austral de nuestro país, muy utilizada en la preparación del té se encuentra la alcachofa (Cynara scolymus L., Familia Compositae), una planta de origen mediterráneo, por lo que para la estación fría, cuando las temperaturas son bajas, la alcachofa debe protegerse del frío. cubriéndolo con heno o paja.
La alcachofa muestra un crecimiento rápido en el primer año: sus hojas pueden alcanzar una longitud de aproximadamente 1 my un ancho de 30 cm, y las flores violetas aparecen dos años después de la siembra. Las alcachofas pueden crecer hasta 2 m de altura.
Alcachofas: ¿cuáles son sus usos?

La alcachofa se usa no solo como planta medicinal, sino también como alimento: su inflorescencia carnosa es un verdadero manjar que se come como alimento; su cultivo está muy extendido en América, Francia, Italia, Argentina y otros.
Beneficios del té de alcachofa

Las hojas de alcachofa forman parte de los tés beneficiosos para:
Tratar enfermedades hepáticas y renales, que tienen la propiedad de aumentar la secreción de bilis y la diuresis.
Luchar contra la diabetes, la cinarina de alcachofa tiene el efecto de reducir el azúcar en sangre, una característica por la que se recomienda el té de alcachofa para las personas con diabetes.
Desintoxicar el organismo, ya que aumenta el volumen de orina y facilita la eliminación de urea en el hígado y los riñones.
Mejorar el funcionamiento del corazón (hipertensión, aterosclerosis y angina de pecho): los esteroles contenidos en la alcachofa ayudan a regular el proceso de formación del colesterol.
Estimular las funciones del tracto digestivo; el té de alcachofa da buenos resultados en caso de: estreñimiento, vómitos, enteritis, fermentación, colitis, hemorroides y falta de apetito.
Mantener la salud de la piel: debido a la eliminación de toxinas del cuerpo, el té de alcachofa y el consumo de alcachofa favorecen el tratamiento de enfermedades de la piel (ejemplo: dermatitis, eccema, prurito, etc.).