A menudo, el comienzo de las dietas está lleno de energía. En el camino, sin embargo, aparece la desesperación. Sucede que, si bien se realiza actividad física y se sigue una dieta al pie de la letra, no terminas por perder peso o, incluso, terminas por subir algunos kilos.
Pensando en ello, en esta ocasión, compartimos contigo algunos de los principales errores por los que no puedes perder peso. Conócelos a continuación:
1. Sobreestimas el entrenamiento y sus efectos

Si tienes la sensación de que puedes comer de todo porque vas al gimnasio 2-3 veces a la semana, estás equivocado. Si quieres adelgazar, no basta con comer sano e ir al gimnasio. También debes tener un déficit calórico, es decir, quemar más calorías de las que consumes a través de los alimentos. En mi experiencia, los entrenamientos de intensidad moderada aumentan el apetito y los entrenamientos muy intensos lo disminuyen.
2. La «alimentación saludable» no garantiza la pérdida de peso y puede ser muy fácil aumentar kilos.

Almendras, salmón, nueces, queso, papas al horno, hummus, etc. todos estos son alimentos muy saludables pero también muy calóricos. Si los comes sin control porque son «seguros», puedes tener una sorpresa desagradable la próxima vez que subas a la báscula.
3. Has eliminado el azúcar de tu dieta pero lo remplazas con miel

Este es otro error que a menudo cometen las personas que quieren perder peso. ¿Por qué? Una cucharadita de miel tiene 25-30 cal. Mientras que la cucharadita de azúcar tiene 15-20 Kal.
Además, la miel es más densa y en volúmenes iguales contiene más calorías. Se absorbe rápidamente en la sangre, el azúcar en sangre sube repentinamente, también está formado por moléculas de glucosa y fructosa y lo consumimos generosamente sin remordimientos.
4. No bebes suficiente agua

La falta de hidratación afecta negativamente el proceso de pérdida de peso, por lo que es necesario beber agua si deseas perder grasa. Tanto durante como después del entrenamiento.
5. Sólo haces una comida al día

La respuesta es simple. No adelgazas precisamente porque sólo comes solo una vez al día; por lo que el cuerpo hambriento durante el día almacena todo lo que le das en una sola comida en forma de grasa.