Toda persona que se preocupe por la salud y la figura debería incluir la piña en su dieta, especialmente en el invierno, cuando falta la fruta autóctona. A diferencia de muchas otras delicias tropicales en los supermercados, que generalmente son discretas, las piñas maduran fácilmente en casa y son impresionantes por su dulzura y jugosidad. Lo mejor, sin embargo, es lo que esconde la pulpa amarilla… La piña es una mina de vitaminas y minerales que no solo beneficiarán tu salud, sino también tu belleza.
La piña aumenta la inmunidad
La piña fresca (no enlatada ni seca) cumple con el requerimiento diario de vitamina C si comemos 160 g de la fruta. Es un gran apoyo en la lucha contra las infecciones estacionales y la gripe. Pero eso no es todo: la vitamina C es un poderoso antioxidante que también juega un papel importante en la prevención de ciertos tipos de cáncer. Además, la vitamina A y los betacarotenos apoyan el sistema inmunológico combatiendo los radicales libres y aumentando las defensas del cuerpo.
Es antiinflamatoria
El arma secreta de las piñas que se probó hace unos años es la bromelina, una enzima que ha demostrado tener increíbles propiedades antiinflamatorias. Como suplemento, la bromelina se recomienda especialmente para personas que padecen enfermedades autoinmunes (incluidas enfermedades reumáticas) asociadas con la inflamación de los tejidos blandos. Los estudios clínicos demuestran que el extracto de piña ayuda a reducir no solo el dolor y la hinchazón, sino también a acortar el período de recuperación, tanto en el caso de enfermedades sistémicas, como de lesiones y afecciones postoperatorias. El efecto antiinflamatorio de la bromelina también es eficaz en el tratamiento del asma.
La investigación científica también muestra que las células cancerosas tratadas con bromelina dejan de dividirse y a menudo incluso mueren. En el caso del cáncer de mama, se observó una regresión gradual de la enfermedad en condiciones de laboratorio con fuerte implementación de bromelina. Por supuesto, todavía no es una alternativa a la quimioterapia.
Mejora la digestión y facilita la pérdida de peso
La piña, aunque contiene mucha azúcar, también es un gran amigo de las personas que adelgazan, y esto también es gracias a la bromelina antes mencionada. Esta enzima ayuda a descomponer las proteínas consumidas en aminoácidos y péptidos, facilitando el proceso digestivo y evitando la acumulación innecesaria de grasas.
La piña también es rica en fibra insoluble, que es ideal para estimular las deposiciones y prevenir el estreñimiento. Incluso los diabéticos no deben preocuparse: un contenido tan alto de fibra le permite controlar los niveles de glucosa en sangre.
Protege el corazón
La combinación de vitamina C y potasio es la combinación perfecta para el sistema cardiovascular. El potasio es de gran importancia para prevenir la hipertensión arterial al reducir los efectos nocivos del sodio. La vitamina C, a su vez, mantiene los vasos sanguíneos en buen estado y previene la formación de placas ateroscleróticas. La investigación científica confirma que las personas que comen pocas frutas y verduras y sufren deficiencia de vitamina C tienen un riesgo mucho mayor de sufrir un ataque cardíaco, un derrame cerebral y una enfermedad arterial periférica.
Mejora nuestra vista
La vitamina A es un gran aliado de los ojos sanos: fortalece la córnea, previene las infecciones bacterianas y virales y asegura la hidratación adecuada de los ojos. En combinación con la vitamina C y los antioxidantes de la piña, también ayuda a detener la degeneración macular característica de la vejez y el riesgo de ceguera. Los oftalmólogos estadounidenses recomiendan comer piña a diario para la salud ocular.
Fortalece los huesos
La piña es una de las pocas frutas que contiene una gran dosis de manganeso, un oligoelemento esencial para la salud ósea. Las investigaciones indican que los niveles bajos de manganeso están asociados con un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis, la descalcificación ósea característica de las mujeres menopáusicas.
Pero las mujeres maduras también pueden beneficiarse de otros beneficios de la piña: el manganeso protege las células contra los radicales libres, lo que ralentiza el proceso de envejecimiento. Cuando agregamos una dosis sustancial de vitamina C, responsable de la síntesis de colágeno y la renovación de las células de la piel, obtenemos una «vacuna» dulce para las arrugas y la piel flácida. Las piñas también se pueden usar para preparar mascarillas faciales: hacen que la piel esté radiante y suave.
